El síndrome postvacacional es un proceso adaptativo a la rutina que aparece al reincorporarse a las actividades laborales después de un periodo largo de vacaciones, ocasionando estrés y/o depresión; puede durar de 2 a 3 días hasta 3 semanas y en casos graves prolongarse a más de un mes. Los principales síntomas son:
- Cansancio generalizado, agotamiento y/o fatiga
- Insomnio y dificultad para levantarse
- Dificultad para concentrarse
- Falta de hambre y/o ansiedad por la comida
- Nerviosismo
- Irritabilidad
- Menor rendimiento.
- Cambios de humor
- Falta de motivación
- Sentimientos de tristeza
Los factores relacionados a la aparición de este síndrome son:
- Cambios de horarios, dependientes de la jornada laboral y los tiempos de recorrido casa – trabajo.
- Alteraciones en los horarios de sueño y de comidas.
- Entorno laboral conflictivo y/o poco saludable.
- Nostalgia. Estar de vacaciones se asocia a un estado de paz, felicidad y descanso que por lo general se comparte con seres queridos, por lo que es normal experimentar sentimientos de nostalgia.
SÍNDROME POSTVACACIONAL Y CONDUCTA ALIMENTARIA
Los factores relacionados con la aparición del síndrome postvacacional impactan sobre nuestra conducta alimentaria, debido a que es probable que durante las vacaciones nuestros horarios para la toma de comidas y la hora de dormir se hayan modificado o incluso que los hábitos hayan sido poco ordenados y/o improvisados, afectando con ello nuestras señales de apetito y saciedad. Además, es importante recordar que las emociones/sentimientos que nos resulten difíciles de gestionar pueden condicionar una conducta alimentaria disfuncional: comer compulsivamente, ansiedad por la comida, periodos de atracón, etc.
SÍNDROME POSTVACACIONAL Y ALIMENTACIÓN SALUDABLE
La alimentación y los hábitos saludables son los perfectos aliados para combatir la ansiedad y el estrés ocasionado por el síndrome postvacacional; nos permiten organizarnos y mantenernos ocupados, impactando en nuestro auto cuidado y sensación de bienestar, contribuyendo a la gestión/manejo de las emociones y sentimientos asociados.
Los siguientes pasos son indispensables:
- Planifica tu menú. Prefiere preparaciones asadas o a la plancha que sean rápidas y de tu agrado.
- Organiza las compras. Realiza una lista de compras. Recuerda verificar que tienes en tu alacena y refrigerador antes de ir al mercado o supermercado.
- Integra al menos 5 porciones de verduras y frutas en tus menús. Elige de temporada, de diferentes colores y de preferencia de productores locales.
- Las frutas y las oleaginosas (almendras, nueces, cacahuates, etc.), son perfectos aliados para comer entre comidas; puedes integrarlas a tu media mañana y/o media tarde.
- Desayuna. Es muy importante para tu rendimiento y mejores elecciones de alimentación y nutrición.
- Acomoda tu agenda para tener tiempo suficiente para cada una de las comidas.
- Evita los periodos largos sin la ingesta de alimentos, para evitar comer con voracidad y sin conciencia de tus elecciones.
- Integra al menos 150 minutos de ejercicio a la semana.
- Procura dormir 8 horas para descansar.
- Aprovecha tu tiempo libre e integra pasatiempos de tu agrado.
- Ordena y prioriza. Es normal que encontremos muchos pendientes y cosas por hacer pero no todas son prioridad. Identifica lo que es urgente.
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Publicación escrita por:
Clara Paula Zepahua Cotlame
Nutrióloga/ Coach Nutricional