INMUNIDAD, ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN

El sistema inmunitario constituye uno de los mecanismos de defensa más importantes de nuestro cuerpo contra agresores externos: virus, bacterias, parásitos , etc., e internos: células  tumorales, por citar un ejemplo. Se compone de dos partes: el sistema inespecífico o innato; constituido por barreras físicas como la piel y químicas como la fagocitosis y el sistema de adaptación o especifico; estimulado por la exposición a los agentes agresores y compuesto principalmente por los linfocitos y sus productos.   

El sistema inmunitario es un sistema complejo; su interacción con la alimentación y nutrición también lo es, por lo que empezaremos por definir los siguientes conceptos:

Nutriente: “sustancia asimilable contenida en los alimentos, que permite al organismo obtener energía, construir y reparar tejidos y regular los procesos metabólicos“.

Inmunonutriente: “sustancia que, a diferencia de un nutriente convencional, es capaz de mejorar el sistema inmunitario“.

A través de diversos estudios se ha podido identificar que existen diferentes componentes de la dieta que poseen función de inmunonutriente entre los que destacan péptidos (derivados de la caseína y otras proteínas) aminoácidos específicos como la arginina y/o la glutamina, vitaminas: D, A, E y C, minerales: selenio, zinc, hierro, cobre, ácidos grasos omega 3 y 6,etc; sin embargo también se ha observado que los beneficios de esos macro y micronutrientes se obtienen cuando se lleva una alimentación que cubre con los requisitos indispensables: suficiente, variada, equilibrada, completa, adecuada e inocua.

Los grupos de alimentos en su conjunto y sus componentes  ejercen un papel en el desarrollo y mantenimiento del sistema inmune“.

 Por otro lado, el aporte excesivo de energía puede afectar la capacidad del sistema inmune para combatir procesos infecciosos, razón por la cual la obesidad se relaciona con una mayor incidencia de enfermedades infecciosas. Además las personas con obesidad son más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares que se relacionan con alteraciones de la función inmunológica.  

La reducción de las grasas (asegurando el aporte adecuado en cantidadcalidad y origen) para la reducción de peso es fundamental, ya que se ha observado que dietas ricas en grasas reducen la respuesta inmunológica, aumentando el riesgo de infecciones

Por todo lo anterior nuestras RECOMENDACIONES para MEJORAR el SISTEMA INMUNITARIO son:

  • INTEGRA una alimentación que cubra con los requisitos indispensables de una alimentación saludable
  • ACÉRCATE a un profesional de la nutrición para que personalice y adapte tu alimentación a tus necesidades especificas. 
  • INTEGRA alimentos frescos, variados y de diferentes colores para asegurar el correcto aporte de vitaminas y minerales.
  • EVITA y/o LIMITA el consumo de ALCOHOL.
  • EVITA y/o LIMITA el consumo de TABACO.
  • ALCANZA y MANTÉN un PESO SALUDABLE.
  • CUIDA el aporte de GRASAS en cantidad, calidad y origen.
  • DISMINUYE el aporte de carnes rojas/embutidos por su alto aporte en grasas saturadas.
  • PREFIERE carnes blancas, pescados azules y legumbres.
  • CONSUME de manera regular lácteos fermentados. Los PROBIÓTICOS han demostrado ser capaces de actuar sobre la inmunidad innata y la adquirida; pueden proteger contra procesos infecciosos y de inflamación (dentro de una dieta variada). 
  • GESTIONA correctamente el ESTRÉS para EVITAR alteraciones en la secreción de cortisol y que este a su vez altere la respuesta del sistema inmunitario.
  • DUERME lo suficiente. Favorece el correcto funcionamiento de nuestro sistema de defensas.
  • REALIZA ACTIVIDAD FÍSICA. Disminuye la concentración de hormonas del estrés como el cortisol. Además la masa muscular es un potente regulador del sistema inmune. 

¿Quieres saber más?, escríbenos: hola@cambiable-nutricion.com

Publicación escrita por:

Clara Paula Zepahua Cotlame
Nutrióloga/ Coach Nutricional

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *