En un cuerpo adulto del 50 al 60% de la composición es agua; distribuida en el interior: intracelular (40% del peso corporal) y exterior: extracelular (20% del peso corporal) de las células.
El volumen de agua del cuerpo varía de acuerdo a la edad ( a menor edad mayor proporción de agua), sexo (mujeres: menor proporción debido a la mayor composición de tejido adiposo) y composición corporal (a mayor tejido adiposo menor contenido de agua).”
El agua extracelular se subdivide en plasma (forma parte de la sangre) y líquido intersticial (líquido que baña a las células).
La retención de líquidos se presenta cuando hay un exceso de líquido intersticial en los téjidos. Es más común en mujeres y las causas pueden asociarse a:
- Exceso de peso corporal: sobrepeso y obesidad.
- Mala o inadecuada hidratación.
- Alimentación: alta en sodio y/o deficiente en nutrimentos.
- Sedentarismo.
- Patologías: hipertensión arterial, insuficiencia venosa, insuficiencia hepática, insuficiencia renal, problemas del funcionamiento tiroideo, etc.
- Cambios Hormonales: menstruación, embarazo, menopausia, uso de anticonceptivos,etc.
- Medicamentos: anti inflamatorios, esteroides, antihipertensivos y algunos antidepresivos y para el control de la diabetes.
Los principales signos y síntomas son:
- Aumento repentino y variabilidad del peso corporal.
- Hinchazón de ciertas áreas del cuerpo; principalmente piernas, tobillos, pies, dedos y cara.
- Fóvea: depresión que se forma sobre la piel al presionar con el dedo y que permanece segundos después de retirarlo.
Aunque son varios los factores que pueden estar involucrados en la retención de líquidos; la adopción de hábitos saludables en alimentación y estilo de vida, contribuyen a modificar, controlar y/o tratar la retención de líquidos:
- Verifica que tu ingesta de líquidos sea adecuada. Mínimo integra 1.5 l agua natural a lo largo del día y todos los días.
- Evita y/o limita tu consumo de sal y de los alimentos ricos en sodio [la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda 2000 mg/día de sodio= 5 g/día de sal]: cubos de caldo, sazonadores, sopas instantáneas, productos enlatados, envasados y/o en conserva, salsa de tomate, panes, galletas, frutos secos, quesos maduros, embutidos, congelados, alimentos pre cocidos, papas fritas, frituras, productos ahumados, aceitunas, etc.
- Integra un plan de alimentación variado y equilibrado para garantizar que se cubran los requerimientos de todos los nutrimentos para el correcto funcionamiento del cuerpo.
- Integra verduras y frutas frescas y de diferentes colores para contribuir a la regulación de líquidos y electrolitos. Prefiere aquellas que sean buena fuente de potasio como: jitomate, calabacita, champiñones, plátano, piña, etc.
- Alcanza y mantén un peso saludable. Si tienes sobrepeso u obesidad acércate a un profesional de la nutrición.
- Realiza ejercicio y mueve tus extremidades. La OMS recomienda 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada a la semana.
- Limita el consumo de bebidas gaseosas y con cafeína.
Además:
- Visita a tu especialista médico y asegúrate de tener un correcto seguimiento de tu estado de salud y/o patología.
- Utiliza medias elásticas para promover el retorno venoso.
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