Todos en algún punto hemos escuchado que para lograr nuestras metas; llámese comer saludable, hacer ejercicio, bajar de peso, cambiar hábitos de alimentación, etc., debemos sentirnos motivados y a la mayoría nos ha pasado que a pesar de nuestras buenas intenciones y todo el entusiasmo del mundo no concretamos dichas metas; entonces creemos que el ingrediente faltante fue la motivación y nos convencemos que cuando estemos más motivados seremos capaces de alcanzar nuestros objetivos; es por ello que hoy dedicamos esta publicación para analizar el rol de la motivación en nuestro proceso de cambio y te brindaremos estrategias para hacerla tu aliada.
La palabra motivación proviene del latín: “para promover” y se ha definido como:
- “Sentimiento” que nos empuja y ayuda a alcanzar nuestras metas;
- “Carga de energía” o “fuerza necesaria” para conseguir algo.
- “Fuerza” que activa y dirige el comportamiento.
De acuerdo al origen de la fuerza la motivación puede ser intrínseca o extrínseca.
La motivación intrínseca, es aquella que activamos y ejecutamos de manera individual, no depende del exterior y se activa cuando nosotros lo deseamos. Tiene sustento en nuestros valores, sueños y deseos, por lo que esta ligada a nuestras necesidades de realización, aprendizaje y crecimiento personal.
La motivación extrínseca proviene del exterior del individuo, es provocada por otras personas y/o el ambiente, es decir son todos aquellos factores que nos motivan a hacer algo. La motivación extrínseca se basa en 3 elementos: recompensa, incentivo y castigo.
En diversas investigaciones se ha observado que para cualquier proceso de cambio (incluyendo hábitos y la adquisición de conductas saludables); la tasa de éxito aumenta cuando la motivación es intrínseca, es decir cuando la meta se enfoca en cubrir necesidades personales y si bien es cierto que en nuestro entorno actual existe un gran interés por estilos de vida saludables, los cambios no son permanentes cuando las razones no provienen del interior del individuo. Cuando la motivación es extrínseca; en gran parte debido a la “recompensa”, se pierde de vista el deseo real y se destruye la motivación; por lo que nuestra primer recomendación es asegurarte de que si inicias un proceso de cambio sea por motivación intrínseca.
PASOS PARA ENCONTRAR MI MOTIVACIÓN y HACERLA MI ALIADA.
1. DEFINE ¿Cuál es tu motivación?
Responde a la siguiente pregunta para determinar tu motivación:
¿Para qué quiero… ?
Se recomienda cuestionar al menos 3 veces el para que original, de tal forma que encontremos el trasfondo real de tu necesidad de cambio. Ejemplo:
¿Para qué quiero perder peso? Para que me quede mi ropa
¿Para qué quiero que me quede mi ropa? Para usar la que tengo guardada en el clóset
¿Para qué quiero usar la ropa que guardo en el clóset? Para sentirme bonita, cómoda y segura de mí misma
2. COMPLEMENTA tu MOTIVACIÓN.
Es recomendable ligar de manera consciente esta necesidad de cambio a nuestros valores; por lo qué es necesario reconocer cuál o cuáles de mis valores actuales (Ejemplo: respeto, amor, compromiso, responsabilidad, etc.) sustentarán mi meta y definir como deben expresarse/manifestarse durante mi proceso de cambio.
3. ANALIZA ¿Qué beneficio(s) obtendré con …(ejemplo: perder peso)?
Analizar los beneficios directos e indirectos que se obtendrán al cambiar un patrón o una conducta genera una balanza de cambio a favor, alimentando con ello nuestra MOTIVACIÓN.
4. VISUALIZA y RECONOCE.
No todo el tiempo tendrás presente tu ¿para qué? (motivación) por lo que será necesario trabajar nuestra FUERZA de VOLUNTAD. IDENTIFICA ¿cuáles serían los momentos críticos? y visualiza estrategias que te ayudarían a superar esos momentos.
5. REALIZA EJERCICIO.
Recuerda: la práctica constante y de al menos 150 minutos de actividad a la semana genera múltiples beneficios, entre ellos la producción de endorfinas (neurotransmisores); sustancias asociadas a nuestro estado de felicidad.
6. EVITA RECOMPENSARTE y/o CASTIGARTE.
Al hacerlo, le pones fin a la motivación intrínseca.
7. LA MOTIVACIÓN es un PROCESO DINÁMICO.
Una vez iniciado el proceso de cambio es conveniente analizar que conductas te alejan o acercan a la meta y re definir tus ¿Para qué?
Recuerda: Tener MOTIVOS FUERTES nos permite NO ABANDONAR el proceso de cambio.”
¿Quieres saber más?, escríbenos: hola@cambiable-nutricion.com
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